miércoles, 26 de septiembre de 2012

Christopher Reeve



Margot Kidder y Christopher Reeve en "Superman" (1978)

 
Ayer habría cumplido 60 años Christopher Reeve de seguir con vida. Casi todo el mundo lo recordamos, y no sin razón, por ser el Superman de la película de Richard Donner (en mi modesta opinión, una versión que aún no ha sido superada), pero tuvo una carrera irregular, que por desgracia, no terminó de despegar. 

Empezó fuerte, debutando en Broadway en 1976, en la obra “A Matter of Gravity” junto a la mismísima Katharine Hepburn. Pero tras hacer de malo de en la novela “For Love or Life” y de secundario en “Gray lady down”, y dado que no le daba el asunto para comer, pensó dejar la actuación y trabajar junto a su padre de payaso. 

Pero por suerte para él, y para todos los aficionados al cómic, se cruzó en su camino el papel de Superman y Clark Kent. Y digo el papel de Superman y Clark Kent, porque es el único actor que ha conseguido que yo me crea que son dos personas diferentes, a pesar del absurdo sistema que usa el famoso personaje de DC para disimular su doble identidad (me pongo las gafas, me quito las gafas). Este papel lo catapultó a la fama, pero lo unió irremediablemente en el imaginario colectivo al atuendo de Superman, lo que quizás le impidió tener una carrera posterior más exitosa, llegando a rodar tres secuelas: Superman II (1980), Superman III (1983) y Superman IV (1987). Como curiosidad, señalar que su verdadero color de cabello era rubio, por lo que tuvieron que tintarle para interpretar al hombre de acero. 

En 1979, actuó junto a Jane Seymour en “En algún lugar del tiempo”, una película romántica sobre viajes temporales, que no fue un éxito de taquilla, pero que con los años se ha convertido en una cinta de culto. 

Recibió buenas críticas por su trabajo en "Las Bostonianas" de James Ivory y como el Conde Bronski en “Anna Karenina”, pero "El reportero de la calle 42", donde encarnaba a un reportero sin escrúpulos que inventa noticias para ganar fama, no sólo no se comió una rosca en taquilla, sino que la crítica pasó de él y se decantó por su coprotagonista, Morgan Freeman (que fue nominado al oscar).

En 1993, encarnó al Senador Jack Lewis en “Lo que queda del día” junto a Anthony Hopkins y Emma Thompson, con cierto reconocimiento por parte de la crítica, y en 1994, compartió cartel con Geena Davis y Michael Keaton en la comedia "Sin palabras" (coincidiendo curiosamente en la misma película los actores protagonistas de Superman y Batman, dos clásicos de DC).

Ese mismo año actuó en "Libre de sospecha", donde interpretó a un detective que se queda inválido tras recibir un disparo. Paradójicamente, al año siguiente se cayó del caballo en una competición hípica y se fracturó las dos primeras vértebras cervicales, perdiendo toda movilidad del cuello para abajo. 

Sobrevivió al accidente y las operaciones posteriores, pero con el tiempo su organismo se fue deteriorando, y finalmente, falleció en 2004 debido a una reacción a los antibióticos que tomaba para combatir la sepsis. Robin Williams, que fue compañero suyo de estudios y con quien mantuvo una gran amistad durante toda su vida, pagó todos sus gastos médicos.

Después del accidente, aún participó en varias producciones para televisión, entre ellas  "La ventana de enfrente" junto a Daryl Hannah (un remake de “La ventana indiscreta” de Alfred Hitchcock) y como invitado especial en un par de episodios de la serie Smallville, interpretando a Virgil Swann, un científico que le da a Clark Kent (Tom Welling) las claves sobre su verdadero origen. En los diez años que la serie permaneció en antena, estos fueron los dos episodios que mayor  audiencia consiguieron.

3 comentarios:

  1. La verdad es que creo que nunca fue un gran actor, aunque reconozco que tiene un papel clave en la Historia del Cine por el que siempre será recordado. Su desgracia, quizá, hizo que su labor se contemplara más benévolamente. Fue curioso verlo en "Smallville", donde aparecieron también otros actores y actrices relacionados con Superman como Margot Kidder, Dean Caine, Teri Hatcher, Helen Slater o Terence Stamp.

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  2. A mi me gustó su interpretación en Las Bostonianas y En lugar en el tiempo, pero lo cierto, es que no le dieron papeles muy lucidores nunca y que hizo mucha serie B. La versión que hizo de Primera Plana, titulada Interferencias, con Burt Reynolds y Kathleen Turner, sin ser la que más me gusta de las 4 que hay, tiene su aquel. Superman lo encasilló mucho. A lo mejor sin Superman tampoco habría hecho nada de provecho, pero eso ya no lo sabremos.

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  3. La maldición de los personajes... Que se lo pregunten a Christopher Lee...

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