sábado, 18 de agosto de 2012

Maureen O´Hara

John Wayne y Maureen O´Hara, una amistad que duró 40 años

Ayer, Lord Ruthwen, cinéfilo y compañero bloguero, me hizo notar que era el cumpleaños de la que sería mi pelirroja favorita, de no ser por Katharine Hepburn: Maureen O´Hara. Cumplió nada menos que 92 años, y creo que se merece como poco, mi modesto homenaje.

Maureen O´hara y yo tenemos una cosa en común, que mucha gente no sabe. Me refiero a que estudió para contable, que es a lo que me dedico yo, porque su madre quería que tuviese una profesión alternativa por si alguna vez no podía ganarse la vida con eso de actuar. Y es que a las madres irlandesas puede acusárseles de muchas cosas, pero nunca de no ser mujeres prácticas.

Maureen hizo sus pinitos como cantante de ópera irlandesa, pero un día, se presentó a un casting para una producción que al final no se llevó a cabo, con tan buena suerte que la vio Charles Laughton. Dicen que se quedó tan impresionado por sus ojos verdes, que la convenció para que se hiciera actriz. Que sea verdad o una leyenda, es difícil de determinar, pero lo cierto, es que la Srta. O´Hara no tocó profesionalmente un libro contable en su vida.

Firmó un contrato de siete años con Mayflower Pictures, se cambió el apellido por O´Hara (de nacimiento era Fitzsimons)  y debutó en “La Posada de Jamaica”, dirigida por un desconocido Alfred Hitchcock. Vistos los resultados, Laughton consiguió que RKO le ofreciese un contrato en los Estados Unidos, y con 19 años se trasladó a Hollywood, especializándose en personajes de carácter fuerte y decidido, dando la imagen de mujer sensata y clara. 

Durante 60 años de carrera, Maureen O'Hara hizo 55 películas, siendo sus últimas apariciones de principios de los 70, cuando se retiró para dedicarse a su matrimonio con el aviador y general de brigada Charles F.Blair Jr.

Como anécdota curiosa, cuentan que en 1939, conoció a John Wayne en los círculos irlandeses de Hollywood. Wayne acabó tan borracho, que ella tuvo que llevarlo a su casa, iniciándose una amistad que duraría toda su vida. Maureen nunca dejó de hablar bien de él, de quien dijo: “Wayne fue realmente un verdadero hombre”. Un gran piropo de una mujer extraordinaria. No en vano John Wayne fue el único actor capaz de ser un duro vaquero, llamándose Marion.

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