viernes, 31 de agosto de 2012

Recordando cines: ABC Martí


ABC Marti

En los ABC Martí, que se encontraban en la Av. Antiguo Reino de Valencia, no muy lejos del Tyris, viví el momento más cinematográfico de mi vida. Corría el mes de octubre de 1996 y yo estaba en cuarto de carrera. Mi amiga Mónica y yo fuimos a la biblioteca de la facultad a buscar no recuerdo que sesuda bibliografía, cuando vi en el periódico que esa tarde, en los ABC Martí, Lauren Bacall, presentaría una reposición de "Escrito sobre el viento", un melodrama de Douglas Sirk  de 1956, en el que compartía cartel con Rock Hudson, Robert Stack y Dorothy Malone. La Bacall, estaba en Valencia porque ese año era la actriz homenajeada por la extinta "Mostra de Cinema del Mediterráni". 

Lauren Bacall recibiendo el homenaje de la Mostra
Después de pasarme toda la mañana dándole a Mónica la brasa, la convencí para largarnos antes de hora de la clase de sistema tributario español y nos fuimos para allá. Cuando llegamos había bastante gente ya sentada, y yo me tuve que conformar con el asiento de la derecha del pasillo central, de la antepenúltima fila. La Bacall pasó al lado mío en dirección a la parte delantera de la sala, donde hizo un pequeño resumen de la película, contó algunas anécdotas del rodaje e hizo los agradecimientos de rigor. La encontré más alta de lo que me la imaginaba, a pesar de que llevaba zapatos planos. Quizás porque Bogart era bajito y en las películas siempre utilizaban trucos que evitasen que ella le sacase demasiada altura.

Terenci Moix decía que el momento más emocionante de su carrera, se produjo cuando trabajaba para Fotogramas, en una ocasión en que entró en un estreno en Londres con las luces ya apagadas y al volver a encenderlas, descubrió que había estado viendo la película al lado de Vivien Leigh. Comparado con eso, mi anécdota es una chorrada, pero entiendo como se sintió Terenci.

Nueve años más tarde, en el 2005, los ABC Martí cerraron sus puertas y así permanecen desde entonces, porque sus propietarios no han logrado venderlos. Comenzó como cine tradicional en 1964, siendo en aquella época el cine más grande de la ciudad y uno de los mayores de España. Estaba preparado para proyectar películas de 70 milímetros en sistema Todd-Ao, con pantalla circular de 23 metros. Dos décadas más tarde el cine fue remodelado, para convertirse en los ABC Martí, que tenían tres salas. Durante varios años fueron la sede de la Mostra de Valencia, que ha sufrido el mismo destino que ellos.



La última vez que pasé por la puerta, me llamaron la atención las pegatinas amarillas que decoraban las vallas metálicas e incluso la taquilla. Se trataba de una campaña que inició en 2011 la revista valenciana Agenda Urbana (AU), para reivindicar la vuelta de los cines de barrio. Esas pegatinas, que se regalaban con la revista o se pueden descargar e imprimir, son para que la gente las pegue donde antes había un cine que le gustaba. Los ABC Martí se merecen, por lo menos, ese último homenaje.

jueves, 30 de agosto de 2012

"Melancolía" en la Filmoteca d´Estiu

Kirsten Dunst y Alexander Skarsgård en "Melancolía" (2011)
 
La Filmoteca d´Estiu, termina este año con la proyección de "Melancolía" (2011) de Lars von Trier, que se emitirá el jueves 30 de agosto, viernes 31 de agosto y sábado 1 de septiembre a las 22.30 horas.

"Melancolía"

Alemania, Francia, Dinamarca, Suecia · 2011 · V.O. subt. cast · Color · 130' · 35 mm
Dirección: Lars von Trier
Guión: Lars von Trier
Fotografía: Manuel Alberto Claro
Montaje: Molly Marlene Stensgaard
Dirección artística: Simone Grau
Productor: Meta Louise Foldager, Louise Vesth
Intérpretes: Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg, Alexander Skarsgård, Kiefer Sutherland, Charlotte Rampling, John Hurt.
Producción: Zentropa, Memfis Film, Slot Machine, Liberator Productions

Justine y Michael dan una suntuosa fiesta para celebrar su boda en casa de la hermana y el cuñado de la novia. Mientras tanto, el planeta Melancolía avanza hacia la Tierra...

miércoles, 29 de agosto de 2012

Ingrid Bergman


Ingrid Bergman en Casablanca (1942)

Hoy estamos de doble aniversario. Tal día como hoy, hace 97 años nació Ingrid Bergman, y hace treinta, se nos fue. Por alguna razón desconocida (en mi casa se especula que relacionada con lo de haber sido ”chica Hitchcock”), de niña la confundía con Grace Kelly, actriz que por cierto, a día de hoy, no es de mis favoritas, al contrario que la sueca.

La Bergman, fue la primera actriz en obtener 3 Oscars (hasta este año no la ha alcanzado Meryl Streep y sólo la supera Katharine Hepburn con cuatro) y según el American Film Institute  la cuarta estrella más importante en la historia del cine, por detrás de Katharine Hepburn, Bette Davis y Audrey Hepburn (con las dos primeras estoy de acuerdo, pero la tercera la encuentro más discutible. No tengo nada en contra de Audrey Hepburn, pero yo la pondría por detrás). Para los amantes de las curiosidades, señalar que ha filmado películas en 5 idiomas: sueco, alemán, inglés, italiano y francés. 

Cuentan que era una persona muy tímida, y decía que se hizo actriz porque le resultaba más sencillo ser ella misma cuando hacía de otra persona. Empezó como extra a los 16 años y a los 18 entró en la Real Escuela de Teatro Dramático de Estocolmo (donde también estudió Greta Garbo). Todavía en Suecia, se casó con su primer marido, un dentista llamado Petter Lindström  y tuvo a su primera hija, Pia.

Su primera película fue “Munkbrogreven de Edvin Adolphson, pero será la sexta, “Intermezzo”, la que le suponga el espaldarazo definitivo: David O.Selznick compra los derechos para que la vuelva a rodar en inglés y en Hollywood con Leslie Howard, por lo que se trasladará a los Estados Unidos en 1939.

En 1942 protagoniza junto a Humphrey Bogart “Casablanca” de Michael Curtiz, una película por la que nadie daba un duro, ni siquiera los protagonistas, pero que se ha convertido en un clásico, a pesar de que la crítica la recibió francamente mal en su momento. Ya sé que es una película a la que sus detractores sacan mil y un defectos, y muchos de ellos los comparto, pero a pesar de ellos, y a veces incluso por ellos, a mi me encanta. Ingrid Bergman siempre dijo que durante el rodaje, Curtiz nunca le aclaró con cual de los dos se iba a quedar Ilsa, si con Rick o con Victor Laszlo, lo que contribuyó a que su personaje tenga ese aire de desconcierto permanente que resultó tan acertado. No es que Curtiz fuera un genio de la dirección y lo hiciese adrede, es que el rodaje fue bastante a salto de mata, sin que el propio director tuviera hasta el último momento claro el final, pendientes como estaban los estudios del resultado de la guerra en Europa. Y sin embargo, ese final terminó siendo uno de los más míticos de la historia del cine.

Como curiosidad comentar, que como la Bergman era bastante alta (1,75 metros), Humphrey Bogart tuvo que usar alzas. Lo mismo le pasaría a Claude Rains en "Encadenados" (donde la Bergman protagonizó junto a Cary Grant uno de los besos más largos de la época del código Hays, superado después por el de James Stewart y Kim Novak en “Vértigo”), su primera colaboración con el maestro Hitchcock, con el que volvería a trabajar en “Recuerda”  y “Atormentada”.

Al año siguiente, 1943, la nominan por primera vez al Oscar por su papel de María en “Por quién doblan las campanas”, la novela de Hemingway que menos me ha gustado, en un papel que le pega como a mí el de sueca, aproximadamente. Ella, como siempre, consigue estar estupenda, pero sinceramente, hay que ser yanqui para ver a Ingrid Bergman y creerse que es una maqui española durante la Guerra Civil.

En 1944 la volvieron a nominar por “Luz que agoniza” y esta vez sí que se llevó la estatuilla. Volverían a nominarla en 1945 por “La campanas de Santa María” y en 1948 por “Juana de Arco”. Y es que en pleno Hollywood de la caza de Brujas y el código Hays, la Bergman era la perfecta heroína del cine políticamente correcto e inmaculado. Pero un día vio “Roma ciudad abierta” e inmediatamente escribió a Rosellini ofreciéndose a trabajar con él, impresionada con su talento. Se fue a Italia unos meses para rodar “Stromboli”, se lió con Rosellini y se quedó embarazada de su hijo Roberto.

El escándalo fue tal, que incluso provocó que la actriz fuera declarada “persona non grata” en territorio americano, lo que hizo que se exiliara en Italia, dejando a su marido y a su hija en los Estados Unidos. Se divorció de Petter y se casó con Rosellini en 1950, con quien tuvo dos hijas más, las gemelas Isabella e Isotta, para divorciarse de nuevo en 1957. En ese período, rodó 6 películas con su marido y se convirtió en la nueva musa del neorrealismo, a pesar de que fueron auténticos fracasos en taquilla.

En 1956 gana el segundo Oscar por “Anastasia”, rodada en Inglaterra, que recogió en su nombre Cary Grant, dado que hasta 1959 no volvió a Estados Unidos. En 1958 se casó con el productor teatral sueco Lars Schmidt, con quien permanece casada hasta 1975. Siempre se ha dicho que la sociedad norteamericana le perdonó, por ese retorno a la “respetabilidad”. Los norteamericanos quisieron fingir que la etapa con Rosellini había sido una aventura y que la Bergman había vuelto al redil. Pero ella no se arrepintió en absoluto, ni falta que le hacía.

A partir de entonces comenzó a alternar películas en Estados Unidos y en Europa, así como apariciones ocasionales entelevisión y teatro. En 1974, se llevó el tercer Oscar por “Asesinato en el Orient Express” y su última nominación en 1978 por "Sonata de otoño", del director sueco Ingmar Bergman. Su último trabajo antes de morir fue a finales de 1981, protagonizando la miniserie "Una mujer llamada Golda”. 

Yo siempre que veo una rubia alta vestida de azul, inevitablemente pienso en que “los alemanes iban de gris y tú ibas de azul”, y eso que la película es en blanco y negro. Por algo será.

martes, 28 de agosto de 2012

John Huston


Bogart y Huston en el rodaje de "La Reina de África"

Hoy hace 25 años que murió John Huston. Para Huston, lo del cine siempre ha sido algo de familia: Es hijo del actor Walter Huston (al que dirigió en 5 ocasiones) y padre de la actriz Anjelica Huston (a quien dirigió en “El honor de los Prizzi” y “Dublineses, entre otras). Hizo sus pinitos en varias profesiones, desde boxeador a escritor (colaboró en varias publicaciones e incluso llegó a escribir un libro titulado “Frankie y Johnny”), viajó a París donde se relacionó con la bohemia de la época, pero al final, la cabra tira para el monte y volvió a Hollywood.

Su padre le consiguió su primer trabajo como guionista, con William Wyler en “La casa de la discordia” (1932), que inició una larga serie de colaboraciones: “El doble crimen de la calle Morgue” (1932), “Jezabel” (1938) dirigida también por Wyler, o “El sargento York” (1941) con Howard Hawks. 

En 1941 acometió su primer trabajo como director, tras convencer a los hermanos Warner para que financiaran “El halcón maltés”, y a Humphrey Bogart, que hasta entonces había estado encasillado en papeles de gánster, para protagonizarla. A las pocas semanas de publicarse la novela de Hammett, en octubre de 1930, la Warner Bros compró los derechos para su adaptación a la gran pantalla por tan sólo 8.500 dólares, y ya había realizado dos versiones antes de la de Huston. 

En 1931 produjo una primera versión, dirigida por Roy Del Ruth y escrita por Maude Fulton, Lucien Hubbard y Brown Holmes. La adaptación, pasó muy desapercibida, a pesar de ser bastante fiel al texto original. Fue producida con muy bajo presupuesto e interpretada por Ricardo Cortez y Bebe Daniels en los papeles protagonistas. En los años cuarenta sería rebautizada después como “Dangerous female” para evitar que se confundiera con la versión de Huston

Todavía en posesión de los derechos, en 1936 se intentó una segunda versión, titulada “Satan met a lady” (Satán encontró una mujer), menos dura que la anterior y con algunos elementos humorísticos. La adaptación que escribió en solitario Brown Holmes, presentaba notables diferencias con el texto original de Hammett. Algunos personajes cambiaron su nombre o su caracterización, pero el que sufrió la metamorfosis más llamativa fue el personaje de Gutman, el "hombre gordo", que aquí aparecía como una mujer: Madame Barabbas, interpretada por Alison Skipworth. También la joya perseguida cambiaba por completo: en vez de una estatuilla en forma de halcón se trataba de un antiguo colmillo de elefante, adornado con valiosos diamantes. Fue dirigida por William Dieterly e interpretada por Warren William y Bette Davis, entonces bajo contrato en la Warner, en una versión muy moderna del personaje de Brigid (aquí rebautizada como Valerie Purvis). Davis siempre la consideró como la peor interpretación de su carrera. 

Huston  fue la primera persona que dirigió y guionizó a la vez una película, convirtiendo la novela de Dashiell Hammett en un clásico del cine negro y a Bogart en una estrella. Sin embargo, sus trabajos posteriores no estuvieron a la misma altura  (es el caso de Como ella sola). Por estos mismos años rodó una serie de documentales para el ejército como Report front Aleutianas o Let there be Light.

En 1948 vuelve a trabajar con Bogart en “El tesoro de Sierra Madre”, en la que también aparece su padre, Walter Huston, que se llevó el Oscar por su interpretación. Huston se llevó dos, como director y como guionista.

Fichado por la Metro Goldwyn Mayer, Huston dirige “La jungla del asfalto”, una obra densa y tensa, del mejor estilo policiaco y en la que aparecía Marilyn Monroe. Después vino “La roja insignia del valor”, que fue cortada por la productora, pero que aún así permite ver un impresionante trabajo de dirección.

En 1951, se llevó a todo el equipo al Congo a rodar “La reina de África”, cuyo accidentado rodaje resultó casi tan mítico como la película. A Huston, le vino de lujo para cazar elefantes, lo que se reflejaría años después en la película de Clint Eastwood “Cazador blanco, corazón negro”. Katharine Hepburn escribió incluso un divertido libro con sus impresiones sobre el rodaje: “El rodaje de La Reina de África: Cómo fui a África con Bogart, Bacall y Huston y casi pierdo la razón”.

La Reina de África se hundió en un lodazal, les atacaron las avispas, el campamento fue invadido por la marabunta, las serpientes se colaban en los camerinos, un miembro del equipo sufrió apendicitis y hubo que operarle in extremis, y no tenían letrinas. Hubo una epidemia de disentería, que tras mucho investigar, descubrieron que procedía del agua, que no había sido potabilizada. Sólo hubo dos personas que no enfermaron: Bogart y Huston. Como ellos no bebían más que whisky, no tuvieron ningún problema con el agua. Uno de los operarios le dijo al productor, Spiegel: “La película va a ser un éxito, sólo espero sobrevivir para verla terminada”.

Errol Flynn y Trevor Howard también sufrieron penalidades durante el rodaje de “Las raíces del cielo” (1958) en el Chad, pero quizás no sea tan notorio, porque no fue tan  documentado.

Su carrera posterior, tuvo cierta irregularidad, dirigiendo películas como “La Biblia”, producida por Dino de Laurentiis, “Annie”, “Evasión o victoria” o “Casino Royale” (película de James Bond que contó con cinco directores distintos), pero también  “Vidas rebeldes”, “La noche de la iguana” y “Reflejos en un ojo dorado”

También hizo sus pinitos como actor en varias películas, como “Chinatown” de 1974, dirigida por Roman Polanski y protagonizada por Jack Nicholson y Faye Dunaway. Un impresionante homenaje al cine negro, género en el que Huston destacó como nadie.

lunes, 27 de agosto de 2012

"Me siento rejuvenecer" en la Filmoteca d´Estiu

Marilyn Monroe y Cary Grant en "Me siento rejuvenecer" (1952)
 
La Filmoteca d'Estiu concluye el ciclo "50 años sin Marilyn Monroe", que conmemoria el aniversario del fallecimiento de la actriz, con la comedia "Me siento rejuvenecer" (1952) de Howard Hawks, que se proyectará el lunes 27, martes 28 y miércoles 29 de agosto a las 22.30 horas.

 "Me siento rejuvecener"

EEUU. 1952. V. O. subt. cast. B/N. 97'. 35 mm
Dirección: Howard Hawks. Argumento: la novela de Harry Segall. Guion: Ben Hecht, I.A.L. Diamond, Charles Lederer. Fotografía: Milton Krasner. Música: Leigh Harline. Montaje: William B. Murphy. Productor: Sol C. Siegel. Producción: 20th Century Fox. Intérpretes: Cary Grant, Ginger Rogers, Marilyn Monroe, Hugh Marlowe, Henri Letondal.

Un investigador inventa una fórmula para retrasar el proceso de envejecimiento. Cuando un chimpancé del laboratorio vierte la fórmula en el agua, las personas que la beben comienzan a comportarse como adolescentes y niños. Considerada como una de las comedias más logradas en la filmografía de Howard Hawks "Me siento rejuvenecer" está protagonizada por Cary Grant y Ginger Rogers. Para Marilyn Monroe supuso su primera película a las ordenes de Howard Hawks, que le asignó un papel secundario en el que pudo demostrar sus dotes para la comedia.

domingo, 26 de agosto de 2012

Recordando cines: Tyris

Escena de "La mala educación" (2004) en el cine Tyris

"En Valencia rehabilitamos el cine Tyris, una joya de la estética de los 70, con un programa doblemente negro: "Teresa Raquin" y "La Bestia Humana", dos novelas de Zola, convertidas en thrillers modélicos por Marcel Carné y Jean Renoir, respectivamente. Mucha de la gente que pasaba ante la fachada recién limpiada se acercó a la taquilla para comprar entradas. Hubo una señora mayor que incluso llamó emocionada a una amiga para decirle que las puertas del Tyris habían vuelto a abrirse. Yo imaginé que a esta mujer y a su amiga les había ocurrido algo importante en ese cine, o que tal vez las dos películas estaban vinculadas de un modo extraordinario a sus vidas. A veces todo lo que rodea al plano que estás rodando es más sugerente que el propio plano". 

Bonito, ¿eh? No, no es mío, es el diario de rodaje de Pedro Almodóvar, que cuando hizo "La mala educación" en 2004, reabrió por unos días el Tyris, cerrado desde enero de 2002. No es que sea mi película favorita del manchego, ni mucho menos, pero me resulta muy entrañable ver en ella de nuevo abierto el cine Tyris. Lo cierto es que, que yo sepa, mientras estuvo en activo jamás hubo ninguna "Semana de cine negro" en el Tyris, como la que aparece en la película de Almodóvar y a la que acuden el falso Ignacio y el Sr. Berenguer para ver "Perdición" (1944) de Billy Wilder. Pero vamos, eso es lo de menos.

El Tyris estaba en la Av. Antiguo Reino de Valencia, y estuvo en activo 30 años, originariamente como cine de estreno y en los últimos años de reestreno. En su época fue muy popular por ser el único de Valencia con pantalla Vistarama, que básicamente era una pantalla curva de unos 15 metros. Tenía unas 800 butacas y se planteó en su día, como una alternativa a los cines del centro (de hecho, era propiedad de la familia Pechuán, que eran dueños también de los ABC y del Serrano). En su momento, se especuló con que iban a convertirlo en aparcamiento, pero lo cierto es que a día de hoy, es un gimnasio que lleva el mismo nombre del difunto cine.

La última vez que fui al Tyris fue en 1996 y vimos "El amor tiene dos caras" de Barbra Streisand. Recuerdo que tuvimos detrás a dos señoras mayores que se partían de risa con el personaje de Jeff Bridges. A veces me acuerdo de ellas, y me pregunto si serán las mismas señoras de la anécdota de Almodóvar.

sábado, 25 de agosto de 2012

Mel Ferrer

Audrey Hepburn y Mel Ferrer

Hoy hace 95 años que nació Mel Ferrer. Participó en varias películas memorables, como actor, director e incluso productor, pero lamentablemente, mucha gente lo recuerda únicamente por haber estado casado con Audrey Hepburn durante 15 años. A pesar de su rostro anguloso, bastante alejado del arquetipo de galan típico, representó al caballero elegante y de buena presencia, de sonrisa triste. A mí, personalmente, me recuerda a Leslie Howard y quizás por eso, o por verle en tantas películas de época, siempre he pensado que habría sido un magnífico Ashley Wilkes.

Su apellido provenía de un padre nacido en Cataluña y afincado en Estados Unidos tras pasar por Cuba. El nombre que figura en su partida de nacimiento es Melchor Gaston. Ante las constantes preguntas al respecto, lo dejaba claro: "Me pusieron así porque así se llamaba el mejor amigo de mi padre y uno de los reyes magos".

Empezó en Broadway, donde después de probar fortuna como escritor (llegó a publicar un libro infantil), acabó en la línea del coro dando sus primeros pasos sobre el escenario en 1938. Poco después, llegarían sus primeros papeles, una incursión en la radio como productor y director, y su primer contacto con Columbia. Tras un olvidado debut como director, ejerció de asistente de John Ford en el western protagonizado por Henry Fonda "El fugitivo". En 1949 debutó como actor en "Fronteras invisibles". 

Destacó en películas como "Encubridora", de Fritz Lang, "Scaramouch" de George Sidney, "Los caballeros del rey Arturo" de Richard Thorpe o "'Lili" de Charles Walters y sobretodo, en la superproducción "Guerra y paz" de King Vidor en la que interpretaba al Principe Andrei. La escena en la que baila el vals con Audrey Hepburn, ya forma parte de la memoria colectiva. Curiosamente, su siguiente esposa tras divorciarse de Audrey Hepburn, fue una sobrina nieta de Tolstoi, autor de "Guerra y paz".

En las décadas siguientes apareció en varias producciones europeas con resultado irregular: la nueva versión del clásico de Karl Freud "Las manos de Orlac" de Edmond T. Gréville, "La caída del imperio romano" de Anthony Mann, "La pícara soltera" de Richard Quine, o "La chica del molino rojo"  de Eugenio Martin (con Marisol, a quien dirigió en "Cabriola"), llegando a trabajar en los años 80 con Fassbinder en "Lili Marleen" y en la serie televisiva Falcon Crest.

José Luis de Vilallonga cuenta en sus memorias que, cuando fue a Hollywood para intervenir en "Desayuno con diamantes", Audrey y Mel dieron una fiesta en su casa en la que no faltó nadie de la industria del cine, desde Gary Cooper a Fred Astaire, pasando por Lana Turner o Shirley McLaine. Ferrer le aclaró: “Todas estas personas han sido amables contigo porque te han conocido en casa de Audrey Hepburn. Digo de Hepburn, no de los Ferrer”.

viernes, 24 de agosto de 2012

Visitando cines: Autocine Star

Cartel de Daniel Torres para el 20 aniversario (2001)

Mi relación con los autocines hasta ahora, había sido escasa y limitada a mi infancia. Cuando era cría e iba de vacaciones con mis padres a la costa, solían llevarme mucho al cine. Nada más llegar, mi madre, comandante en jefe del destacamento vacacional, sabedora de que a la tropa hay que darle circo además de pan para que no se subleve, oteaba los letreros de los cines de la zona y enviaba a mi padre, único conductor de la familia por aquel entonces, a enterarse de donde paraba el cine de turno.

Normalmente, íbamos a cines de verano, muchas veces provisionales, que se desmontaban al finalizar la época estival. Pero en la zona de Denia, me llevaban a un autocine, que imagino que será el Drive In, que lleva más de 30 años abierto. Por aquel entonces, mi padre aparcaba el R9 rojo al lado del pivote y metía el altavoz por la ventanilla. Recuerdo que la última película que vimos allí fue "La historía interminable", así que deduzco que debía tratarse del 84 y yo tendría unos 9 años.

Como decía, no había vuelto a ir a un autocine, y ya iba tocando. Como mi pareja no había ido nunca a uno, y nos hemos fijado la meta de visitar todos los cines con sesiones dobles que se nos pongan por delante, decidimos irnos el sábado al Autocine Star, en Pinedo.

Si la memoria de mis años infantiles no me falla, en aquellos tiempos en los que mi padre traía el periódico los sábados para revisar la cartelera y que eligiésemos cine, sólo había dos autocines en Valencia: El Star y uno cuyo nombre, me temo, he olvidado, que estaba por la zona de Paterna. Lamentablemente, nunca pisamos ninguno de los dos.

Así pues, nos dirigimos al autocine superviviente. Lo encontramos facilmente, nada más pasar Pinedo, dado que está bien señalizado. Como era muy pronto (yo cuando voy a un sitio que no tengo claro donde está, salgo con mucha antelación), cogimos un sitio inmejorable en segunda fila. Nos costó 14 euros (5,5 por persona, más 3 por el coche) y se emitían dos películas, aunque hay días con precios más económicos como el del espectador (miércoles: 10 euros, 5 personas en un coche), el de las parejas (jueves: 11 euros, una pareja en un coche) o el de la familia (domingos: 12 euros, dos adultos y tres acompañantes, que pueden ser niños o mayores de 65 años).  Nos dieron toallitas antimosquitos y nos explicaron que podíamos escuchar la película por los altavoces (como en cualquier cine al aire libre) o por la radio del coche. Adiós pues, al altavoz que se metía por la ventanilla de mi infancia.

La pantalla era de un buen tamaño, corría una brisa muy agradable y los altavoces ya destilaban a un volumen nítido pero agradable éxitos de los Journey, con Steve Perry a las voces. Claro, sólo con eso, se me ganaron bastante, las cosas como son.

Al poco rato, aquello se puso hasta la bandera, lo cual no dejó de sorprendernos en estos tiempos, en que se supone que la gente va tan poco al cine y demás quejas de la industria. Pero lo sorprendente no fue la afluencia masiva de público, sino el ambiente. La gente se colocaba en su trozo de aparcamiento, el coche, sillas y a menudo, una mesa de camping donde colocar el picoteo, la cena y los refrescos. Todo muy en plan "noche de San Juan" pero con la ventaja adicional de que luego habrá dos pelis. Otros se compraban la cena en el bar del autocine.

Conforme fue bajando la luz, los espectadores terminaron sus cenas, recogieron los trastos y se dispusieron a ver las películas. Algunos, limpiaban los parabrisas del coche y les ponían antivaho, y otros, se acomodaban a ver las películas en las sillas, fuera del coche.

¿El balance? Estupendo. Una vez se hizo de noche, comenzó la primera película. La proyección se veía muy bien y el sonido de los altavoces no admitía quejas. En la radio del coche, se escuchaba también con mucha claridad. Mi pariente, incluso, sintonizó la cadena en el mp3 y se puso los cascos stereos.

Resumiendo, una buena opción para ver dos películas de estreno por un precio más que razonable.

jueves, 23 de agosto de 2012

Gene Kelly


Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia (1952)

Hoy hace 100 años del nacimiento de Gene Kelly. He aquí nuestro homenaje a, junto a Fred Astaire, la figura masculina más importante del musical americano. Como os comentaba el otro día respecto a Maureen O´Hara, este hombre también tiene algo en común conmigo. De nuevo, eso no significa que yo sea una consumada bailarina, sino que Gene Kelly se licenció en económicas, en 1933. En este caso, no fue su madre la que insistió en que se labrase un porvenir por si el baile no le daba de comer, sino al revés. Su madre fue la que hizo que Gene y sus 4 hermanos se interesaran por el baile, llegando a tener una academia como negocio familiar.

Gene viajó a Nueva York para convertirse en coreógrafo y en poco tiempo, triunfó en  Broadway con el musical "Pal Joey" (1940). Allí conoció a Stanley Donen, que era bailarín del coro, y al que hizo su ayudante. Con "Pal Joey", Kelly llamó la atención del  productor David O. Selznick y del presidente de la MGM, Louis B. Mayer. Selznick le ofrece un contrato para trabajar en Hollywood, en donde se instala un año más tarde, pero no estaba interesado en producir musicales, por lo que Kelly recibió con agrado la oferta de la Metro-Goldwyn-Mayer para protagonizar junto a Judy Garland "Por mi chica y por mí". La película recibió muy buenas críticas, e hizo que Gene se convirtiera en el centro de la atención de Hollywood.

Tras "Por mi chica y por mí", realizó una serie de películas con la Metro, y en 1944, protagoniza "Las modelos" con Rita Hayworh, producida por Columbia. En esta película Kelly coreografía uno de los números de baile más revolucionarios de la historia del musical americano, el "Alter Ego", un complejo duelo entre el personaje de Kelly y su conciencia.

También por esa época conoció a Fred Astaire, cuya pareja de baile era Ginger Rogers. Gene Kelly, lejos de confrontaciones artísticas, trabó una profunda amistad con Astaire, del que afirmó que "fuimos como hermanos" y que "en más de una ocasión intercambiamos papeles".

En 1945 hizo "Levando anclas", su primer film junto a Frank Sinatra, que incluyó un número musical junto al personaje de animación Jerry (de "Tom y Jerry”). Cuatro años más tarde, debutó como director con "Un día en Nueva York" junto a Stanley Donen, con Frank Sinatra y Vera Ellen como coprotagonistas, que fue el primer musical rodado en escenarios exteriores reales. En 1951, llegó "Un americano en París" de Vicent Minelli, el mayor éxito de Gene Kelly, que acumuló 6 Oscars (entre ellos Mejor película). 

Al año siguiente, en 1952, Kelly coreografió y protagonizó "Cantando bajo la lluvia" con Donald O'Connor y Debbie Reynolds, considerado el mejor musical de todos los tiempos. El argumento narra la situación que se vivía en Hollywood con la transición del cine mudo al sonoro y las consecuencias que ello supuso para aquellas estrellas que no pudieron o no supieron adaptarse a las nuevas exigencias. Este argumento, conlleva un profundo discurso sobre la realidad y la ficción: basta fijarse en la escena en la que Gene Kelly se declara a Debbie Reynolds (en un estudio vacío, Kelly enciende algunos focos, ilumina un decorado y acerca un ventilador a su amada para crear el marco ideal para el amor) o la imagen final (los dos protagonistas abrazados delante de un cartel que muestra sus efigies anunciando la película que estamos viendo). Un musical con una complejidad mucho mayor de lo parece a simple vista, pero que al mismo tiempo, no deja de ser, tal como manda el género, un canto a la vida y a la alegría.

Se dice que los tres musicales que surgieron de la colaboración entre Stanley Donen y Gene Kelly (Un día en Nueva York, Cantando bajo la lluvia y Siempre hace buen tiempo (1955)), supusieron el inicio y la consolidación de una nueva tendencia del cine musical: los bailes y canciones salían a la calle y abandonaban la estrechez de los escenarios. En las décadas anteriores, los musicales no habían logrado desligarse totalmente de su origen teatral y contenían una narración mínima, que se utilizaba como excusa para dar entrada a los números musicales. Lo fundamental eran las espectaculares coreografías y las parejas de bailarines protagonistas, como Fred Astaire y Ginger Rogers. En el nuevo musical, los bailes son la continuación lógica de la acción. Un claro ejemplo, es el número musical que da título a "Cantando bajo la lluvia", en el que Gene Kelly baila en plena calle, aunque ésta sea un mero decorado, bajo una falsa lluvia (mezcla de agua y leche, a fin de que la cámara pudiese captarla sin problemas). La película supuso el triunfo de la fórmula desarrollada por Arthur Freed, Vincente Minnelli, Gene Kelly y Stanley Donen para la Metro, y dio paso a un renacimiento del género.

Tras esta oleada de éxitos, la carrera de Kelly fue declinando paulatinamente, aunque recuperó notoriedad al dirigir a Barbra Streisand y Louis Armstrong en "¡Hello, Dolly!" en 1969. En 1980 realizó su última aparición en un musical, "Xanadú", con Olivia Newton-John. Fue un auténtico fracaso, que no impidió que la banda sonora, en la que interpretaba "Whenever you´re away from me" a dúo con Olivia Newton-John, fuera un éxito de ventas.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Leni Riefenstahl


Marlene Dietrich, Anne May Wong, y Leni Riefenstahl (Berlín, 1928)

Hoy se cumplen 110 años del nacimiento de Leni Riefenstahl. Fue actriz, directora, montadora y guionista. Utilizó formas de rodar que nadie había usado antes, e innovó de forma notable con el travelling. Desgraciadamente, usó ese talento para apoyar y engrandecer al régimen nazi, casi único motivo por el que es conocida a día de hoy. 

Tras una breve carrera como bailarina, protagonizó películas de montaña, a las que era tan aficionada la curia nazi, y pronto se pasó a la dirección cinematográfica, estrenándose en 1932 con “La luz azul”, que fue premiada en el Festival de Venecia. En sus memorias, dice que fue “El acorazado Potemkin" de Eisentein, lo que le hizo dedicarse  al cine.

Riefenstahl nunca ocultó su fascinación por Hitler, a quien conoció en un mitin en Berlín en 1932. Dicen que, para Hitler, Leni Riefenstahl representó la mujer ideal. Sea por admiración mutua, o por la presión ejercida por el dictador, del que se llegó a decir que era su amante, Leni filmó “El día de la libertad” (1935) un documental sobre la Wehrmacht hitleriana y “Olimpiada” (1936) sobre los  Juegos olímpicos de Berlín. 

En “Olimpiada”, con 35 cámaras y numerosos teleobjetivos, captó los pequeños detalles de cada competición. Tuvo a 60 operadores trabajando a sus órdenes y experimentó con métodos revolucionarios para la época, colocó ruedas bajo las cámaras para poder seguir la marcha de los atletas y cavar fosos en el estadio para captar los saltos desde una perspectiva aérea. Se valió de un objetivo de 600 mm, el de más largo alcance y de una cámara subacuática, ideada especialmente por uno de sus colaboradores para los saltos de trampolín. Leni Riefenstahl tuvo a su disposición todo tipo de recursos, tanto económicos como técnicos, en momentos en que la restricción económica afectaba al resto de los cineastas.

Tras el final de guerra, fue detenida e interrogada. Como tantos miles de alemanes de aquella época, negó conocer el exterminio que estaba sucediendo en su país. No obstante, nunca lo lamentó. Se le confiscaron todos los bienes, incluyendo el material fotográfico. Vivió varios meses en la miseria, su matrimonio fracasó y estuvo recluida durante tres meses en un manicomio, en el que se le aplicó electroshock para “desnazificarla”.

En varios juicios sucesivos, a instancias norteamericanas y francesas, salió con veredicto favorable, que reconocía que su relación con Hitler y su partido era estrictamente profesional. A mi eso, todo sea dicho de paso, me suena terriblemente a aquello de "no es nada personal, son sólo negocios", y a nivel particular, no me creo que alguien tan brillante no se enterase de nada.

El montaje de “Tierra baja” en 1954, que había sido rodada en los años 40, generó mucha controversia, por las acusaciones de la comunidad gitana de haber utilizado como extras a presos de esa etnia, confinados en campos de concentración. Riefenstahl declaró haber visto tras la guerra a los gitanos que participaron en sus películas, aunque no es cierto: fueron asesinados en campos de concentración. Esta afirmación llevó a la fiscalía de Francfort a abrir otro proceso contra ella por negar el Holocausto.

martes, 21 de agosto de 2012

Tony Scott

Tony Scott y Tom Cruise durante el rodaje de Top Gun

Ayer nos levantamos con una noticias triste. Tony Scott, director, productor y hermano de Ridley Scott, se había quitado la vida. Según "Los Angeles Times", varias personas le vieron estacionar su vehículo en el puente Vincent Thomas, que atraviesa la zona portuaria en el área de Long Beach, escalar la valla de seguridad de tres metros de altura y saltar desde la barandilla, que queda a unos cien metros del suelo.Unas horas después, la cadena televisiva ABC informó de que Scott había dejado varias cartas, indicando que padecía un tumor cerebral inoperable. Hay que recordar, que el tercer hermano Scott, Frank, murió en 1980 de un cáncer.

Tony Scott ya se era conocido como realizador de anuncios para televisión, antes de dar el salto en 1983 a Hollywood y estrenarse con "El ansia", una inquietante película de vampiros protagonizada por David Bowie, Catherine Denueve, Susan Sarandon y un desconocido William Dafoe. La  taquilla la hizo polvo y la crítica la puso verde, pero con el tiempo, se ha convertido en una película de culto.

Sin embargo, la fama le vino por ser el culpable de que la mayoría de las adolescentes de la segunda mitad de los ochenta, llevasen en la carpeta la foto de Tom Cruise vestido de aviador, al dirigir "Top Gun" en 1986. Yo siempre he opinado que Top Gun, es un anuncio de Ray-Ban muy largo, pero lo cierto, es Tony Scott se terminó convirtiendo en un autor destacado del cine de acción, con escenas muy espectaculares, amenizadas por bandas sonoras impactantes. Incluso se rumoreaba, que había convencido a Tom Cruise para hacer una segunda parte.

Algunas de sus películas más conocidas fueron "Superdective en Hollywood" (1987), "Revenge (Venganza)" (1990), "Días de trueno" (1990), "Amor a quemarropa" (1993), "Spy Game - Juego de espías" (2001) y "Domino" (2005). También se dedicó mucho a los thrillers, sobretodo con Denzel Washington, a quien dirigió en 5 ocasiones: "Marea Roja (Crimson Tide)" (1995), El fuego de la venganza" (2004), "Asalto al tren Pelham 1 2 3" (2009), "Déjà Vu (Cambiando el pasado)" (2006) e "Imparable" (2010).

Produjo, junto a su hermano Ridley, películas como la recién estrenada "Prometheus" (para mi gusto, una maravilla visual, pero un gran patinazo en el guión) y series de televisión como "Numb3rs" y "The Good Wife" (ambas muy distintas, pero igualmente recomendables).

Tony Scott era más bien bajito (1,69 metros), pero decían de él que tenía una personalidad arrolladora. Debía tenerla para seducir a Brigiette Nielsen, exmodelo 20 centímetros más alta que él, durante el rodaje de "Superdetective en Hollywood II" (1987), a pesar de que estaba casada con Sylvester Stallone.

lunes, 20 de agosto de 2012

Robert Redford

Robert Redford en "Tal como éramos" (1973)

Una amiga me ha recordado que anteayer, Robert Redford cumplió 76 años, y como siempre he tenido debilidad por él, creo que es necesario hacer una entrada al respecto. 

La primera película suya que vi fue, y esto os va a sorprender, "Brubaker". La habré visto como 8 o 10 veces, y no porque le tenga especial afición al cine de prisiones, sino porque cada vez que la hacían por la tele, mi padre nos hacía verla a todos. Otro tanto pasaba si hacían "Todos los hombres del presidente". Si eso añadimos que la película favorita de mi madre es "Memorias de África" y que siempre ha tenido cierta tendencia a hacerse fuerte con el mando de la tele, en casa de mi familia, tenías todos los boletos para hacerte fan de este hombre.

La carrera de Redford empezó en 1958, cuando uno de sus profesores le consiguió su primer papel en Broadway. A raíz de ello, su padre, contable de profesión (ahí está la conexión otra vez, jejeje) le llegó a decir: "¿Por qué no te buscas un trabajo de verdad?".

Hizo en 1962 Descalzos por el parque en Broadway, que supuso su trampolín  hacia Hollywood, donde protagonizaría  en 1966 la versión cinematográfica junto a Jane Fonda. En los años siguientes hizo varias películas que le consolidaron como actor: "Dos hombres y un destino" con Paul Newman, "Tal como éramos" dirigida por su amigo Sydney Pollack y coprotagonizada por Barbra Streisand, "El golpe" nuevamente con Newman (que obtuvo 5 Oscars) y "Todos los hombres del presidente", sobre el caso Watergate, junto a Dustin Hoffman. Curiosamente, el Festival de Cine de Sundance, que Redford creó en 1980, debe su nombre al personaje que interpretaba en "Dos Hombres y un destino": Sundance Kid.

En la década de los 80, protagonizó "Memorias de África", con Meryl Streep (que se llevó siete Oscars, entre ellos el de Mejor Película) y "Peligrosamente juntos" con Debra Winger y Daryl Hannah, además de inciarse como director con "Gente Corriente" (por la que consiguió el Oscar al Mejor Director).

Personalmente, si me dan a elegir una escena en la que salga Redford, me quedo con la última de "Tal como éramos". Ya no por Redford, ni siquiera por la Streisand a la que encuentro magnífica en ese papel, sino porque sólo un maestro como Sydney Pollack, puede decir tanto, simplemente con que ella le aparte el flequillo de la frente. En una entrevista que vi hace años, Pollack contaba divertido, que a Redford le paraban las mujeres por la calle para apartarle el flequillo de la frente...

domingo, 19 de agosto de 2012

Groucho Marx

 
Hoy hace 35 años que nos dejó Groucho Marx. Lamentablemente para él, no pudo ver hecho realidad su deseo de que le enterrasen encima de Marilyn. Desde aquí, vamos a intentar ofrecer nuestro modesto homenaje a este curioso y caústico personaje.

Julius Marx, de nombre artístico Groucho, debutó en el mundo del espectáculo a los 15 años como cantante solista. Pasado algún tiempo comenzó a actuar junto a sus hermanos en el vodevil, primero en tríos o cuartetos musicales y luego incorporando números cómicos. 

Los hermanos Marx eran cinco, aunque el núcleo del grupo crónico siempre estuvo formado por los tres mayores: : Chico, Harpo y Groucho. Los dos hermanos más jóvenes, Gummo y Zeppo, no desarrollaron sus personajes de la misma manera y finalmente abandonaron para trabajar en otros campos. Gummo no participó en ninguna de las películas, y Zeppo sólo apareció en las cinco primeras. Curiosamente, los cinco hermanos nunca aparecieron juntos en un escenario.

La leyenda dice que los nombres artísticos de los Hermanos Marx fueron inventados por el monologuista Art Fisher en el transcurso de una partida de poker, pero no existe ninguna prueba de que el tal Fisher exista. Las razones por las que Chico, Harpo se llamaron así son claras, pero para Groucho y Zeppo no está tan claro. Arthur se llamó Harpo porque tocaba el arpa y Leonard fue Chico porque iba detrás de las chicas (“chiks” en inglés coloquial significa “chicas”). La razón por la que Julius se llamó Groucho suele ser la más discutida, y se barajan tres opciones:
  • El carácter de Julius. Según dice Maxine, hija de Chico y por tanto sobrina de Groucho, en el documental “Los desconocidos Hermanos Marx”, Julius se llamó Groucho por la sencilla razón de que estaba gruñendo todo el rato (“grouchy” es “gruñón” en inglés). Esta teoría es la más aceptada comunmente por sus biógrafos.
  • La “bolsa salvavidas” (“grouch bag” en inglés). Esta explicación aparece en la biografía de Harpo, y fue también mencionada por Chico en un programa de televisión. Una bolsa salvavidas es un pequeño bolsillo que se cuelga del cuello y se usa para guardar dinero, para evitar que durante los viajes, te puedan robar. Muchos amigos de Groucho, decían que era extremadamente tacaño, especialmente después de perder su dinero en el crack del 29, de ahí lo de la “bolsa salvavidas”. A este respecto, en su autobiografía, Groucho y yo”, este afirma: “Guardo mi dinero en un “grouch bag” (bolsa salvavidas”). Esta es una encantadora bolsita que los actores nos ponemos al cuello para evitar que otros actores puedan sisarnos la pasta. Naturalmente, ustedes creerán que este nombre y mi nombre artístico tienen el mismo origen. Pero no es así. Muchos pechos lucieron una “grouch bag” mucho antes de que hubiera ningún Groucho".
  • La explicación de Groucho. Dado que la otras explicaciones le tildaban de gruñón o de tacaño, Groucho siempre insistió en que su nombre coincidía con el de un personaje de “Sherlocko el Monje”. Es cierto que había un personaje de esta historieta que se llamaba Groucho, pero él era el único hermano Marx que defendía esta teoría, y teniendo en cuenta que su opinión no era imparcial y que era un mentiroso compulsivo, pocos biógrafos la tienen en cuenta.
La obra Cocoanuts, interpretada de 1925 a 1928, dio a los Marx su oportunidad en Broadway, convirtiéndose en el grupo favorito del teatro norteamericano, con su crudo y extraño sentido del humor, y su famosa capacidad de improvisación. A raíz de este éxito, firmaron con Paramount y se trasladaron a Hollywood, donde grabaron una película muda en 1921, Humor Risk, que nunca llegó a estrenarse, y pasaron directamente al sonoro. Con Paramount hicieron "Los cuatro cocos", "Plumas de caballo" y "Sopa de ganso", el único de sus largometrajes incluido entre los 100 películas más importantes por el Instituto Americano del Cine.

Los Hermanos Marx dejaron Paramount sobre todo por diferencias creativas y financieras. Posteriormente, Zeppo dejó de actuar y se convirtió en agente de sus hermanos hasta el final de sus carreras. Tras salir de la Paramount, los hermanos Marx comenzaron a trabajar con la Metro Goldwyn Mayer, de donde salieron películas como "Una noche en la ópera" y "Un día en las carreras".Por lo visto, cuando Irving Thalberg, una de las personas más poderosas de la industria, les hacía esperar en la puerta de su despacho, ellos respondían quedándose en pelotas y asando patatas en su chimenea.

En 1935, durante el apogeo de su popularidad, Groucho y Chico recibieron una oferta para trabajar en la radio. La serie, Flywheel, Shyster and Flywheel, contaba con los dos hermanos interpretando a un desastroso abogado y a su ayudante Ravelli, un personaje que ya había aparecido en El conflicto de los Marx. Pero el humor de Groucho y Chico no funcionaba sin un contrapunto visual, por lo que el programa fue un fracaso de audiencia y sólo duró 13 episodios. Sin embargo, sus guiones (publicados en España con el título de Groucho & Chico, abogados) tuvieron más suerte en forma impresa y los programas se reponen habitualmente en la radio pública de EE UU.

Tras una corta experiencia con la RKO (El hotel de los líos, 1938), los Hermanos Marx hicieron tres películas más antes de abandonar la Metro: "Una tarde en el circo" (1939), "Los Hermanos Marx en el Oeste (1940)" y Tienda de locos (1941). Antes del rodaje de Tienda de Locos anunciaron que se retiraban del cine, pero la situación económica de Chico era tan desastrosa y sus deudas de juego tan elevadas, que los Hermanos Marx hicieron dos películas más: "Una noche en Casablanca" (1946) y"Amor en conserva" (1949), ambas con United Artists.  

Durante el rodaje de Una noche en Casablanca, Groucho tuvo sus más y sus menos con Warner Bros, que les acusó de estar plagiando "Casablanca". Las respuestas de Groucho incluían razonamientos tales como: "Estoy seguro de que incluso el espectador medio sabrá distinguir a Ingrid Bergman de Harpo", "¿Pueden ustedes usar el nombre de 'Hermanos Warner'? ¡Nosotros éramos hermanos desde mucho antes", y "Tenemos muchas esperanzas en la película: puede ser la chispa que desate una nueva guerra mundial". Tras recibir semejantes dislates, Warner se dio por vencida: "Las últimas noticias que tuve de ellos", escribió Groucho, "es que se habían ido a la Costa Azul, a jugar a las cartas con mi abogado".

En los 50 siguieron trabajando independientemente en radio, televisión y cine, siendo Groucho el que más éxito tuvo, tanto en su faceta de escritor (con su libro de memorias "Groucho y yo", "Camas" y el desternillante "Memorias de un amante sarnoso"), como en su programa televisivo "Apueste su vida", que le hizo famoso en Estados Unidos entre una generación que no lo habían visto en el teatro y que apenas conocían  sus viejas películas. Tuvo su momento televisivo más popular (y polémico) cuando conversando  con una mujer que había sido madre de 11 hijos, ella le dijo "Quiero mucho a mi marido", y Groucho contestó "Señora, a mí me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca".

Los últimos años de Groucho no fueron precisamente felices. Erin Fleming, actriz de segunda fila, 40 años más joven que Groucho, que se había convertido en su compañera y manager alrededor de 1965, si bien impulsó su exitoso regreso a los teatros, le manipuló y abusó de él en la intimidad, a veces de forma extremadamente cruel. Tras numerosas batallas legales con Arthur Marx, el hijo mayor de Groucho, Fleming perdió la mayor parte de su herencia y, tras un largo historial de drogas y problemas con la ley, se suicidó en 2003. 

Aunque se suele decir que el epitafio de Groucho es "Perdonen que no me levante", en realidad no es así: en su tumba del tumba de Eden Memorial Park sólo aparece el nombre, las fechas y una estrella de David, dado que Groucho era judio. Precisamente por ser judío, no le aceptaron en el Hollywood Country Club en los años 50, lo que originó su famosa frase. "Nunca sería de un club que me acepte como socio".